Aunque la paleta de Narmer le otorgue a este faraón la unificación de los dos reinos, técnicamente no fue del todo así, aunque sí es verdad que fuera el primero en lograrlo. Sin embargo, tras su reinado volvió una época de pequeño caos, donde alto y bajo Egipto volvieron a divergir sus destinos. Incluso el norte llegó a dominar al sur. También era un tiempo donde los dos dioses más importantes de ese periodo se disputaban el excelso honor de ostentar el papel principal. Horus y Seth. Sobrino y tío, cuya interesante leyenda (conocida como "La leyenda de Osiris", dios del más allá, padre del primero y hermano del segundo) abordaré en el capítulo dedicado a la mitología. Fue Horus quien tomó principal relevancia en las dos primeras dinastías, aunque Seth también fue el dios principal de Egipto durante el reinado de Peribsen, penúltimo faraón de la segunda dinastía. Su sucesor (quizá por la fuerza) Jasejemuy zanjó definitivamente el desorden y logró controlar las dos tierras de una manera efectiva. Este gran faraón del Alto Egipto consiguió reunificar el país a base de victorias militares sobre el norte (en una inscripción bajo una estatua de Jasejemuy, se cifran las bajas enemigas en 47029). Posteriormente se desposó con una princesa del norte, Hepenmaat (Madre engendradora de reyes), sellando definitivamente la reunificación y legando un país unido y próspero a su sucesor, el faraón Zoser, promotor de la primera pirámide de la historia, la escalonada de Sakkara, gracias a esta bonanza que le legara su ¿padre? Jasejemuy. Estas dos dinastías se engloban en el conocido como período Tinita (con capital en Tinis), también llamado proto-dinástico. El faraón que inauguró la I dinastía fue Narmer y el que la cerró fue Qaa, usurpador de otro usurpador, el penúltimo de la I dinastía, el faraón Semerjet. La II Dinastía sería iniciada por Hotepsejemuy y fue cerrada por el anteriormente citado Jasejemuy. Importante en esta II Dinastía fue también el faraón Peribsen.
El lugar sagrado de enterramiento en estas dos dinastías sería Abydos.
El lugar sagrado de enterramiento en estas dos dinastías sería Abydos.
A partir de la III Dinastía, con el inicio del periodo conocido como Imperio Antiguo, la capital pasará a ser Memphis y el lugar de enterramiento se trasladará a la necrópolis de Sakkara, lugar que verá emerger de las arenas la primera pirámide de la historia, la escalonada de Zoser. También habrá cambios en el panteón de deidades, pues el Dios Ra superará en importancia tanto a Horus como a Seth. Aunque esto lo dejaré para el artículo dedicado al Imperio Antiguo, el tiempo en mi opinión más extraordinario de la historia de Egipto.
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