UN ENTRETENIDO PASEO POR LA HISTORIA

Historia es todo lo que existe y todo lo que ha existido. Hasta aquello que está por venir acabará convirtiéndose en ella también. Es la ciencia que contiene todas las demás, pues cualquiera de ellas forma parte de sus entrañas. Si somos flexibles en cuanto a nuestro estudio de fechas y nombres, y nos ceñimos a los hechos concretos, esta ciencia se convierte en una inacabable película, una inabarcable novela, con sucesos increíbles y finales inesperados. El problema radica en que su sentido es diferente en cuanto a quien sea su narrador, privilegio reservado tradicionalmente para los vencedores, para los fuertes, para aquellos que están en la cima en el momento en que se escribe. Es por ello que hay que ir con cuidado con las interpretaciones subjetivas (casi siempre) que encontramos en los documentos históricos. El fin de esta página es; primero, entretenerme yo y después intentar entretener a quien la lea. Me he tomado la molestia de preparar un surtido número de links para que, quien lo desee, pueda comprobar si mis reflexiones son ciertas o no lo son.



En Rennes le chateau

sábado, 22 de noviembre de 2008

La Gnosis y el gnosticismo (II)





DATACIÓN y ORIGEN DE OBRAS GNÓSTICAS

Así pues, superado el capítulo de la terminología, centramos el análisis en la datación, el origen y la relación conocida de estas obras “gnósticas”.

- La datación siempre es objeto de controversia y de discusión, aunque se pueden sacar algunas conclusiones de entre las opiniones, en las que suelen coincidir los principales especialistas (que ya he citado antes y volveré a hacerlo más extensamente al final en la bibliografía). La primera de todas es que la redacción de los evangelios gnósticos (y en general los apócrifos) es más tardía que la de los cuatro canónicos, lo que no implica que también pudieran basarse en fuentes tan antiguas como lo hicieron los redactores de los canónicos. No todos, por supuesto, pero sí hay algunos que merecen mención especial. Por poner un ejemplo, en el evangelio de Tomás, el 66% de los “dichos de Jesús” (79 de 114) son idénticos a los que aparecen en los sinópticos de Mateo y Lucas, por lo que existe la sospecha de que los tres bebieran de una misma fuente más antigua que ellos, que quizá circulara como “Dichos de Jesús” (una especie de documento Q de dichos), aunque también cabe la posibilidad de que Tomás pudiese copiar de ambos sinópticos, aunque esta posibilidad es menos considerada, por la forma de redacción y las coincidencias (no olvidemos que Tomás presenta 35 dichos no registrados por aquellos dos). Por tanto, aunque las ideas gnósticas seguramente ya circularan durante el último cuarto del siglo I, sus primeras redacciones por escrito empezarían entre los años 115 y 125, proliferando en número rápidamente, ya que constituía una literatura amena (especialmente si nos referimos a los apócrifos de la infancia de Jesús o a los de la pasión y resurrección). Sabemos que en el 180, Ireneo de Lyon hizo una seria advertencia sobre el peligro que podían acarrear estos “otros” evangelios, en especial una serie de ellos, que confrontaba con la idea de una iglesia jerarquizada desde Pedro como “primera piedra” y que debía conceder autoridad y preeminencia a los altos cargos de esta iglesia. Como después explicaré, los gnósticos no necesitaban ni guías espirituales, ni templos donde acudir para buscar a la divinidad, ya que la suya era una búsqueda individual (sin intermediarios) e interior (el propio cuerpo era el templo que albergaba una chispa de divinidad). Si estás intentando formar una iglesia jerarquizada, las ideologías individualistas son sin duda un peligro.


- El origen del gnosticismo cristiano ha de buscarse expresamente tras la muerte de Jesús, ya que estamos hablando de “cristiano”. Algunos autores señalan que debió existir alguna especie de proto-gnosticismo precristiano, entroncado tanto al judaísmo como al pensamiento oriental dualista iranio (Bultmann, por ejemplo), aunque quizá no llegara a existir ese proto-gnosticismo y sólo fueron influencias de este pensamiento a posteriori. César Vidal, por ejemplo, está convencido de que la gnosis, como tal, tuvo orígenes mesopotámicos. Y resulta tan difícil dirimirlo, porque definir la ideología de los gnósticos lo es aún más, por la variedad y diversidad de ideas y grupos que lo conformaban, especialmente desde mediados del siglo II. Aunque del contenido del mensaje gnóstico también hablaré después, ya que requiere de un apartado especial por sí mismo. Así pues, deberíamos ubicar el origen entre finales del siglo I (como fecha más temprana) y principios del siglo II. El apogeo, entre el siglo II (es cuando emerge con fuerza esta ideología) y el siglo III (aún se mantiene boyante, aunque ya se adivinan malos tiempos). Y el final, en el siglo IV, tras los consiguientes concilios que lo acabarán condenando como herejía intolerable.

No hay comentarios: