UN ENTRETENIDO PASEO POR LA HISTORIA

Historia es todo lo que existe y todo lo que ha existido. Hasta aquello que está por venir acabará convirtiéndose en ella también. Es la ciencia que contiene todas las demás, pues cualquiera de ellas forma parte de sus entrañas. Si somos flexibles en cuanto a nuestro estudio de fechas y nombres, y nos ceñimos a los hechos concretos, esta ciencia se convierte en una inacabable película, una inabarcable novela, con sucesos increíbles y finales inesperados. El problema radica en que su sentido es diferente en cuanto a quien sea su narrador, privilegio reservado tradicionalmente para los vencedores, para los fuertes, para aquellos que están en la cima en el momento en que se escribe. Es por ello que hay que ir con cuidado con las interpretaciones subjetivas (casi siempre) que encontramos en los documentos históricos. El fin de esta página es; primero, entretenerme yo y después intentar entretener a quien la lea. Me he tomado la molestia de preparar un surtido número de links para que, quien lo desee, pueda comprobar si mis reflexiones son ciertas o no lo son.



En Rennes le chateau

sábado, 22 de noviembre de 2008

Grupos religiosos judíos




GRUPOS RELIGIOSOS JUDÍOS Y SUS IDEOLOGÍAS

En tiempos de Jesús existían cuatro grupos judíos de ideología marcadamente diferente, refrendado por el status social de cada uno de ellos, así como con la manera de relacionarse con los demás. Estos grupos, o partidos político-religiosos, serían los saduceos, los fariseos, los zelotas y los esenios.

Saduceos: Eran la alta aristocracia judía, conformando la nobleza sacerdotal (sacerdotes del Templo) y la laica (“los notables del pueblo”). Generalmente, por norma apoyaban al régimen vigente, para poder permanecer en tan privilegiada situación. Por ello eran duramente criticados por sus principales rivales, los fariseos, con quienes ya habían tenido fuertes disputas desde tiempos de Alejandro Janeo, a quien los saduceos pidieron que “acabara” con los fariseos. En lo estrictamente religioso, eran firmes defensores de la autoridad del Pentateuco (ley escrita), anteponiéndola a la ley oral. No creían en la resurrección de los muertos (porque nada decía de esto la Torah), así como tampoco creían ni en la providencia, ni en la intervención de ángeles ni espíritus en el mundo terrenal. Precisamente en este mundo terrenal es donde afirmaban que Dios recompensaba a los fieles, justificando con este planteamiento el derecho a sus riquezas y su alto status. Obviamente eran de ideología conservadora, poco o nada proclive a los cambios.

Fariseos: De bastante menor relevancia que los saduceos, en cuanto a poder se refiere, había sin embargo una cúpula que conformaba la aristocracia intelectual de Israel, con voz y voto en el Sanedrín. Eran auténticos estudiosos de la ley y se vanagloriaban de ser los más preparados para interpretar las escrituras. Interpretaciones que chocaban con la rigidez saducea muchas veces. Por ejemplo la de que a Dios se le podía adorar desde cualquier lugar, restando al Templo de Jerusalén la importancia que los saduceos pretendían que tuviera. También afirmaban que Dios les prefería a ellos, ya que para Él lo más importante era el estudio de la Ley. Encontramos artesanos o comerciantes entre los fariseos, así como algún que otro sacerdote. Aunque por lo general no tenían ningún vínculo familiar con la nobleza (procedían del pueblo) pretendían ostentar un nivel superior al del pueblo llano, al que menospreciaban por ignorancia para comprender la ley de Dios. Los fariseos estaban convencidos de la próxima llegada de un Mesías que les liberara del yugo romano

Zelotas: Podría decirse que eran un grupo de ideología farisaica, pero de carácter integrista y radical. El pensamiento farisaico llevado hasta el último extremo, utilizando la violencia, el secuestro o el asesinato. Para ellos era inconcebible que Israel estuviera dominado por una potencia extranjera. Sólo Dios tenía potestad para gobernar al pueblo judío y sólo a Él se debía adorar. Por ello emprendían acciones violentas sobre los invasores romanos, pero también contra los judíos que les apoyaban. En la primera mitad de siglo (cuando vivió Jesús), los zelotas eran grupos poco numerosos y dispersos, pero en la segunda mitad aumentaron su influencia, llegando a liderar la rebelión contra Roma del año 66.

Esenios: Este grupo judío era verdaderamente peculiar, ya que vivía apartado de todas las intrigas políticas de unos y otros, practicando una vida ascética y casta. Creían en la inmortalidad del alma y en que sólo una vida pura y recta podía hacer que esa alma se salvase. Veían a las mujeres como un foco de impureza, ya que las consideraban malas por naturaleza. Con estas palabras los describe el mismo Plinio el Viejo (N.H. 5; 17,4): “Son una gente única en su género y admirable para todos los demás del mundo entero, sin mujeres y renunciando a la sexualidad enteramente, sin dinero ni otra compañía que las palmeras”. Desde su apartado ascetismo, se decía que estudiaban el poder de sanación de algunas plantas, atribuyéndoles también otro tipo de sanaciones milagrosas por imposición de manos. También creían en el Juicio final y en la llegada de un Mesías, en un futuro no muy lejano, así como en la resurrección.

No hay comentarios: