UN ENTRETENIDO PASEO POR LA HISTORIA

Historia es todo lo que existe y todo lo que ha existido. Hasta aquello que está por venir acabará convirtiéndose en ella también. Es la ciencia que contiene todas las demás, pues cualquiera de ellas forma parte de sus entrañas. Si somos flexibles en cuanto a nuestro estudio de fechas y nombres, y nos ceñimos a los hechos concretos, esta ciencia se convierte en una inacabable película, una inabarcable novela, con sucesos increíbles y finales inesperados. El problema radica en que su sentido es diferente en cuanto a quien sea su narrador, privilegio reservado tradicionalmente para los vencedores, para los fuertes, para aquellos que están en la cima en el momento en que se escribe. Es por ello que hay que ir con cuidado con las interpretaciones subjetivas (casi siempre) que encontramos en los documentos históricos. El fin de esta página es; primero, entretenerme yo y después intentar entretener a quien la lea. Me he tomado la molestia de preparar un surtido número de links para que, quien lo desee, pueda comprobar si mis reflexiones son ciertas o no lo son.



En Rennes le chateau

martes, 26 de junio de 2007

¿HUMANIDAD ANTEDILUVIANA? (II)









Hablar de una supuesta civilización antediluviana siempre suele arrancar algún gesto o algún comentario de incredulidad entre muchos de aquellos que lo oyen. Es de razón sopesar los argumentos a favor y en contra antes de hacerlo, puesto que aunque haya mucho listo que reinvente a su manera lo que no tiene vuelta de hoja, también hay investigadores que suelen conseguir sembrar la inquietud ante sus revelaciones. Y para esto es necesario reforzar sus teorías con pruebas, y ahí justamente es donde tropiezan la mayoría de ellos, no haciendo más que interpretar hallazgos para que encajen en su teoría, sin aportar evidencias esclarecedoras. También hay que decir que unos pocos, y sólo unos pocos (repito), son capaces de presentar esas evidencias, sin que nadie pueda tener respuesta aparente para ellas. La foto superior, desde que la vi por primera vez hace siete u ocho años, que me rsultó realmente desconcertante. Se trata de una supuesta pintura pre-histórica, con una antigüedad cercana a los 10.000 años, que se encontró en unas cuevas de Uzbekistán. Es difícil para aquellos de nuestro tiempo, familiarizados con las naves espaciales y los astronautas, encontrar un sentido alejado a este para esta pintura. En primer plano aparece un ser con casco y un extraño aparato circular en sus manos, pero es al fondo donde se aprecia con mayor claridad a otro ser con casco y antenas, que ve despegar un aparato ovalado que desprende humo por su parte inferior, evidenciando que se eleva. Hay un detalle que quizá pase desapercibido a quien no se fije bien, pero que resulta tanto o más sorprendente. El aparato se eleva, mientras detrás se ve un sol gigante. Entonces, si eso es el sol… ¿qué se supone que son las dos esferas que hay algo más abajo, a izquierda y derecha? En una de ellas, la de la izquierda, se ven como líneas rectas que surgen de ella, diferentes a como están representados los rayos del sol algo más arriba. ¿No es verdad que recuerda a un pequeño satélite de comunicaciones? Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Y esta imagen, que llevan como bandera la mayoria de autores y páginas de internet que abogan por estos temas, es uno de los mayores fraudes de la historia. Fijaos si la cosa es terrible, que esta pintura no se encontró jamás en esas cuevas. Entonces...diréis... ¿de dónde la sacó Daniken? Pues la sacó de una revista llamada Spoutnick en 1967, de un artículo de la mencionada revista sobre pinturas antiguas y su relación con visitantes extraterrestres. Y esta ilustración en concreto fue el dibujo que acompañaba al artículo, hecho y firmado por uno de los ilustradores de la revista, cuya firma fue "quitada" a propósito por el señor Daniken. La razon; pues vender más libros y ganar más dinero.
Aquí dejo la doble página de la revista donde aparece el dibujo en cuestión, expuesto sin pudor por Daniken como pintura prehistórica.


Otro caso increíble es el de los jarrones de diorita egipcios. La diorita es una de las piedras más duras que existen, pero los egipcios, de bloques mazizos de esta roca, lograron hacer jarrones que luego, ¡maravilla de las maravillas!, vaciaban por dentro a la perfección, hasta los ángulos imposibles donde los taladros más modernos no llegan. Es un hecho reconocido que en la actualidad no puede hacerse, porque los estrechos cuellos del jarrón, algunos donde no le cabía el dedo índice a un niño, imposibilitan a cualquier taladro alcanzar los ángulos muertos sin romper el cuello del jarrón. Los egipcios sí sabían hacerlo, y prueba de ello son sus miles de piezas de este estilo. Los que defienden la teoría de un mundo antediluviano sostienen que tal prodigio les fue legado por una civilización que les antecedió. Hace una década, Jhon Anthony West demostró que el desgaste de la parte inferior de la Esfinge no era como el del resto de monumentos egipcios, por la erosión de viento y arena, sino que se debía al agua. Os invito a que lo veáis por vosotros mismos en cualquier imagen de la Esfinge con buena definición. Es realmente inquietante. Esto supone un revés para la historia académica, puesto que en Egipto no se registran lluvias capaces de hacer algo así desde el 7ooo a.c., o sea, 5000 años antes de la supuesta construcción de la Esfinge. Contrariamente, la cabeza sí está erosionada como se supone que debería estarlo, por ello West supone que Kefrén lo que hizo no fue construirla sino apropiarse de ella, cambiando su originaria cabeza de león (relacionando a la Esfinge con la constelación de Leo) por la de su propio rostro. Como si la Esfinge hubiera estado ahí mismo, en Gizeh, desde tiempos muy anteriores a este faraón, cuando ni siquiera existía ni el mínimo rastro de Egipto, y esa zona era un vergel donde las lluvias eran abundantes. Como he dicho antes, para encontrar estas lluvias en Egipto deberíamos situarnos entre el 9000 a.c. y el 7000 a.c. Aún con todo, nadie puede sostener que una civilización antediluviana precedió a la nuestra, aunque también es verdad que quedan muchos cabos sueltos que invitan a pensar.

Hay poco más de lo que os he contado, que verdaderamente sea chocante, quizá los trépanos egipcios, evidencias en piedra de que los egipcios taladraban con una potencia 50 veces superior a la nuestra (remito a las investigaciones de Flinders Petrie) o, como no, las técnicas utilizadas en la construcción de la Gran Pirámide, que necesita de un capítulo aparte, los famosos Ooparts y poco más. También comentaré más adelante una teoría defendida por algunos investigadores (Sitchin y Von Daniken especialmente), que aboga porque los dioses venerados por las antiguas culturas fuesen visitantes extraterrestres que trajeron la civilización. Ya sé que parece una aberración nada más leerlo, pero invito a la entretenida lectura de sus libros a quien lo desee. Yo haré un artículo sobre el tema en su momento.


Esto es todo por ahora.


FRAN MELIÁ

lunes, 25 de junio de 2007

¿HUMANIDAD ANTEDILUVIANA?



Me resulta verdaderamente fascinante la posibilidad de que hubiera existido una humanidad avanzada, anterior a ésta, capaz de logros equiparables a los nuestros. Sin embargo, más allá de leyendas o mitología, no hay evidencias que demuestren algo parecido. El límite de nuestra civilización se encuentra en el cuarto milenio antes de Cristo, y en las tierras de Egipto y Mesopotamia. En ambos lugares, allá por el 3500 a.c., se encendió la chispa de un conocimiento mucho más sofisticado, donde la escritura supondría una verdadera revolución. Es precisamente con la escritura donde comienza la historia. Buscar una civilización avanzada anterior a estas dos, choca frontalmente con unas evidencias arqueológicas que dicen lo contrario. También es verdad que quienes sostienen tal hipótesis aluden a un cataclismo que pudo hacerla desaparecer por completo. En cualquier caso, intentaré hacer un análisis objetivo (siempre resulta difícil) de cuantas teorías ruedan por estos círculos.

La primera, y para mí más fascinante, es la de la Atlántida, una especie de civilización avanzada, que supuestamente pudo poblar una isla atlántica, hoy desaparecida, allá por el 9.500 a.c. Fue Platón, en el 400 a.c., el primero en hablar de ella, aunque posteriormente lo harían muchos y de formas diversas, tomando verdadera relevancia en el siglo XIX con el libro de Ignatius Donnelly: “Atlantis, the antediluvian world”. Aunque Platón la ubicaba “más allá de las columnas de Heracles” (estrecho de Gibraltar), es decir, en el océano Atlántico y a mitad de camino entre España y América, las ubicaciones que le han dado cada uno de los investigadores han sido de lo más dispares. Jurgen Spanuth la ubica en las heladas tierras nórdicas, Ribero-Meneses y Jorge Díaz la colocan en el sur de España y la relacionan con Tartessos. En el altiplano boliviano, en Bimini, en el triángulo de las bermudas, en las costas atlánticas del continente americano, en las Islas Canarias… Para aquellos poco versados en el tema recomiendo “En busca de la Atlántida” de Richard Ellis, donde se exponen todas y cada una de estas teorías, así como algunos espacios de la web como estos.
http://www.historia-antigua.com/atlantida/index.php
http://es.wikipedia.org/wiki/Atl%C3%A1ntida_(continente)

He leído mucho sobre la Atlántida, y puedo decir que con quien más cerca estoy es con Spyridon Marinatos, quien afirma que la leyenda de la Atlántida pudo ser debida a las reminiscencias del cataclismo que hizo sucumbir a la civilización minoica, un hecho arqueológicamente probado y que supuso una de las erupciones volcánicas más grandes de la historia, capaz de hacer desaparecer casi la totalidad de una isla, la isla de Thera o Santorín. Esto ocurriría hacia 1400 a.c. y casi 1000 años después Platón narraría aquel suceso de una forma algo más grandiosa, para ilustrar así las ideas sobre la sociedad perfecta que exponía en su tratado “La República”. Sólo hay un pero, que Platón hubiera podido ubicarla perfectamente ahí pero no lo hizo, pues la colocó “más allá de las columnas de Heracles”. Santorín era un lugar muy conocido por los griegos, donde tras los minoicos se instalaron los micénicos. Así pues, ¿por qué Platon la colocó en el Atlántico y no en el Mediterráneo? ¿Por qué habló de 9000 años y no de 900? Las dudas surgen multiplicadas a cada nuevo avance. Y eso que no he querido hablar de esos “iluminados” que también hicieron su aportación al misterio, como Edgar Cayce, supuesto profeta, o Elena Blavatsky, profesional de lo esotérico, cuyas afirmaciones bien podrían presentarse como un magnífico guión para una película de Hollywood. En fin, por hoy es suficiente, aunque seguiré hablando del tema.

domingo, 24 de junio de 2007

INTRODUCCIÓN









Quiero empezar presentando lo que se podrá encontrar en esta página, intentando agudizar mi capacidad de síntesis. En este sitio web se hablará de aquellos sucesos históricos que me resultan chocantes o sorprendentes, así como analizaré algunos otros de evidente relevancia. También los enigmas históricos tendrán su cabida, anticipando mi posición habitualmente crítica ante estos asuntos, hecho por el que he colocado gran cantidad de "links" para que el lector tenga amplia información sobre aquello que está leyendo. Y lo digo porque no hace mucho leí por alguna página web a un señor que sostenía que los extraterrestres enseñaron a egipcios y a pre-colombinos a construir pirámides, añadiendo que por ello eran parecidas unas y otras. Tan sólo con visitar alguno de estos links, pronto podemos averiguar que esta afirmación es, por decirlo de una forma suave, descabellada. Para empezar, unas eran tumbas y las otras templos. Y, por no extenderme más, las egipcias dejaron de construirse hacia el 2000 a.c. y las americanas empezaron hacia el 200 a.c. . O sea que esa pasada extraterrestre que presupone este señor debería haber tardado 2000 años en cruzar el Atlántico. Hasta Colón, con sus vetustas naves, tardó sólo unos pocos meses en hacerlo. Por ello de la importancia de contar con "links" históricos que nos puedan llevar a descubrir a ciertos fantasiosos con teorías extravagantes. Ahora bien, no todos esos misterios y enigmas son descabellados. Hay algunos que resultan muy sorprendentes. Los trépanos egipcios y su resistencia a la presión ejercida, 50 veces mayor que la de cualquier taladro moderno. Las medidas, orientación, arquitectura e ingeniería de la Gran Pirámide que, no olvidemos, se atribuye a unos seres de la edad del bronce, con los conocimientos matemáticos de un niño de segundo de primaria y que no utilizaban ni la rueda ni la polea. En fin, sin duda promete estar entretenido. Por empezar por el principio, como se suele decir, empezaré por los orígenes de la historia. Más bien, un poco antes, es decir, justamente antes de egipcios, sumerios y los habitantes del Valle del Indo. Mi primer artículo versará sobre ello. Aquí dejo un anticipo.


Hay quien sostiene que hubo una humanidad antes de ésta, una Edad de Oro que pudo ser borrada por un cataclismo y olvidada por los hombres. Muchas leyendas de muchos pueblos sostienen cosas parecidas al respecto. Sin embargo, no hay que olvidar que no son más que eso, leyendas, y que sin la confirmación arqueológica no pueden ser otra cosa, por más que nos gustara que hubiera sido así (hablo por mí, evidentemente). De entre todas ellas, una siempre ha atraido más mi atención, la de La Atlántida, ese mundo antediluviano que reveló Platón en sus diálogos (Timeo y Critias) y que hablaba de una súper-civilización, ultraavanzada, capaz de grandes logros en un tiempo anterior a la historia. Por muy sugerente y fascinante que me parezca tal posibilidad, he de confesar que ninguna de las teorías expuestas al respecto me ha convencido. Lógica y arqueológicamente hablando, la Atlántida aún no ha pasado (en mi opinión) de ser una quimera de Platón, una especie de ejemplo con el que ilustrar su manuscrito "La República". Ojalá en un futuro hubieran descubrimientos que demostraran que me equivoco. Hasta entonces...